Y un día Ricardo González jugó en Lincoln

Configurado en el firmamento golfístico argentino como uno de los máximos exponentes actuales del profesionalismo, Ricardo González aportó humildad y sencillez a la hora de hacer disfrutar a todo el público presente en la lluviosa jornada de ayer de este maravilloso juego que es el golf, durante su visita a Lincoln.

Hablar de este verdadero coloso es mencionar el poder de su swing, su stance de hombre de hierro, y la pasión que emplea hasta en la elección de cada tiro o en el ida y vuelta con los espectadores que no podían unificar un criterio para pedir: “Tirala con pool”, decía uno; “baja y con slice”, apuraba otro; “por arriba de la planta”, insistía el más temerario.

Él giraba su cabeza y asentía a cada uno de los ocasionales oradores, y preguntaba: “¿Estás seguro?”. Al fin consensuaba un golpe y de a poco los iba satisfaciendo. Dejando siempre las pelotas muy cerca de las banderas.
Aunque se podría sintetizar la comunión que hubo ayer en el Lincoln Golf Club, diciendo que en la ejecución de la madera tres en la salida del hoyo nueve ya tenía a todo el público en el bolsillo. Y así se acercaba él mismo a un grupo de jugadores, o a los empleados de la cancha, o a los curiosos que buscaban esconderse de la lluvia bajo un paraguas, para conversar generosamente.
Y las apreciaciones y los elogios a la cancha no se hicieron esperar: “Qué buen green, aunque tiene mucho movimiento”; “habría que poner un cross bunker aquí”; “esto está muy bueno”; “acá se podrían poner unas cortaderas”.
Así jugó durante todo el tiempo que permitió la lluvia, hasta que aparecieron los amenazantes refucilos, a partir de lo cual rápidamente la gente se fue hacia el club. Habían pasado tan sólo 7 hoyos, pero los corazones estaban repletos de felicidad. Así se llegó a ese sagrado hoyo 19, en donde una vez más brilló la calidad de ser humano que es Ricardo González.
En la conferencia
Pasadas las once de la mañana, cuando la lluvia amenazaba con derrumbar los sueños de la afición presente, se realizó una conferencia de prensa en la que participaron autoridades del Lincoln Golf Club, el intendente Jorge Fernández, y Ricardo González, quien destacó: “Quiero agradecer todas las tratativas que hizo mi amigo Marcos Ameriso para venir a conocer esta cancha. Hoy dimos un gran paso para demostrar que a nivel profesional estamos para fomentar el golf. Los felicito a todos ustedes por la ampliación, porque sé que es un esfuerzo enorme trabajar en una cancha. Y gracias al Intendente por la mano que está dando al juego en sí. Les pido a todos ustedes que sigan para adelante y les digo que cuando quieran acá va a estar Ricardo González, fomentando este juego apasionante que es el golf”.
Ricardo González y…
El Tour americano: “Estoy un poco como pasado de edad, ya instalado en Europa, aunque el Tour americano siempre fue un objetivo. Trabajé toda mi vida para eso y espero que pueda estar un año en ese circuito”.
El predominio europeo: “Mcilroy, Poulter, Donald, Casey, Kaymer, son todos jóvenes de la escuela europea, totalmente distinta a la americana. Esta última fomenta un golf totalmente estratégico y la escuela europea es mucho más espontánea, más agresiva”, dijo.
Y agregó: “No quiero pecar de agrandado, pero quizá hayan copiado un poco la fuerza que tenemos nosotros, los latinos, en los momentos decisivos para crear golpes”.
El desarrollo en Argentina: “Hace muchos años que venimos creando muy buenos jugadores. Nos falta, por ahí, definir o un poquito de suerte para que puedan explotar la gran cantidad de aficionados de buen nivel que tenemos. Estanislao Goya fue el último que está explotando en ese sentido. Ojalá que en poco tiempo tengamos muchos de esos jugadores”.
Datos
Ricardo González nació el 24 de octubre de 1969 en Libertador, Corrientes. Con apenas un año, su familia se trasladó a Rosario, donde su padre comenzó a trabajar en el frigorífico Litoral. Ricardo se inició en el golf en la cancha de la empresa Swift y siguió su formación en el Rosario Golf Club. Es profesional desde 1986 e ingresó en el Tour Europeo en 1999.
El Toto

Finalizado el almuerzo, tras la despedida a Ricardo González, un grupo de aficionados se quedó pegado a las sillas y lo que estaba flotando en el ambiente fue materializado con las palabras del presidente del club, Carlos Marchio, evocando la figura de Ernesto “Toto” González.

A partir de allí sobrevino una gran emoción, acaso bien propia del hoyo 19, donde cada uno fue trayendo recuerdos de alguien que ayer sin lugar a dudas estaba con una mueca de sonrisa imposible de disimular. El momento fue único e irrepetible, y el Toto estuvo allí compartiendo una jornada inolvidable.

Fuente: La Posta del Noroeste - Lincoln